Reflexiones de casi verano (cap. XVI)

JORGE MANRIQUE

Aprendido de pequeño, cuando los conocimientos se fijan y son parte de ti para siempre: «Nuestras vidas son los ríos / que van a dar en la mar / que es el morir / allí van los señoríos / derechos a se acabar / e consumir». En esta vida hay una sola oportunidad. Si dejas que corra rio abajo se pierde, el torrente se la lleva. No puedes volver al nacimiento como si nada hubiera pasado, salvo que seas un salmón y sepas nadar corriente arriba. No creo que sea tu caso. Los salmones no tienen ese pecho tan bonito. En tu ausencia, la vida ha dado unas cuantas vueltas. Parece que no has perdido facultades, como la de la exhibición, pero a mi eso es lo que menos me importa. Te marchaste por donde habías venido. Tus razones tuviste y yo las respeté. Sin problema, sin acritud, sin rencor y sin intención de volverlo a intentar.

Las coplas de Jorge Manrique se escribieron cerca de 1740, fecha documentada de la muerte de su padre. En los ochenta murió el mío, al mismo tiempo que yo descubría esta glosa famosíssima. Mi relación con el paso a mejor vida coincidió con esta lectura. También me convertí en adulto por esas fechas, junto con mi novia de entonces y varios amigos que todavía conservo. No hay palabras para expresar el agradecimiento por su compañía. Ahí estuvieron y ahí están siempre que necesito su ayuda y su consuelo.

TODO BIEN

De algún modo, las aguas vuelven a su cauce. El descanso es más necesario cuanto más viejo es uno. Antes la recuperación era inmediata. Ahora tarda días o incluso semanas. Nadie me obliga a mantener determinado ritmo. Descansemos, pues. A esto se le llama «perdonar el bollo por el coscorrón» en el pueblo de mi infancia. Aquel en el que me tiraron al pilón un día de niebla en navidades.

DEJARTE IR

Las personas deciden luchar por algo o abandonar. Siento la necesidad de respetar esa decisión. Ya no es momento de intentos. Cuando planteé lo del divorcio no medió palabra. Nada de intentar arreglar cosas, hablar de ello, buscar ayuda, hallar un punto de encuentro. Solo llamaste a un abogado para que hiciera el trámite. Eso lo dice todo. Tengo que dejarte ir, mal que me pese.

DEMASIADA PIEL

Pantalón largo, camiseta de manga corta sin escote y encima de la misma, una chaqueta torera de manga larga, todo de color negro. El jefe opina que enseña demasiada piel. Este buen señor tiene un problema de difícil solución. Véalo en tiktok @christmaskwon y juzgue por sí mismo.

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