Reflexiones de casi verano (cap. XXVII)

VOLANTAZO

Hoy es un día muy especial. Cambio de rumbo. Fin de ciclo. No es el primero ni es el último. Sí que se trata del más consciente EVER. Tiene todos los ingredientes recomendados para una buena digestión. En solitario, lejos de casa, corrigiendo posturas debidas a la inercia. Cerca del mar, un sueño frustrado en varias ocasiones por presión de gente que te condiciona, después hace su vida y te deja en la estacada. Igual es una interpretación un poco parcial, pero es lo que hay. Alguien, hace muchos años, lloraba amargamente deseando salir de Mallorca y después me declaró culpable de haberla sacado de allí. Rescatar estos monstruos de las profundidades del cerebro no es agradable, pero sí terapéutico. Te quedas igual que cuando visitas el WC después de unos cuantos días estreñido. Salen los artistas, tiras de la cadena y desaparecen por una bajante que se oculta a la percepción. Siempre te queda la duda. ¿Has tomado una decisión tan relevante tirando los dados? Bueno, el punto de partida no era para tirar cobetes. No se pierde gran cosa.

MURCIANIDAD

Aprovecho un viaje de trabajo para visitar a mis murcianos favoritos, los de Calasparra. Como siempre, me reciben a todo trapo. No hay sino lo mejor de lo mejor, a pesar de que insisto en que hagan un día normal.

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