Confidencias

Un jardinero me acompaña en las labores propias de su condición. Hoy hemos ido a alquilar una motosierra -nada preocupante- y, oh lugares, estaba cerrado a mediodía. Total, que hemos comido en el asador cercano. El razonamiento de mi interlocutor viene a colación debido a que una camarera bien guapa lleva el pelo corto. Teorema: Las chicas con el pelo corto son más fiables, tienen la autoestima en su sitio y les importa una M lo que piensen o digan de de ellas. Demostración: No procede, pero la ínclita ha sido simpatía todo el tiempo. A mí me sirve. Después, lamentablemente, ha bajado el nivel hasta las insistentes del tuerking, con una revisión en vivo y en directo de las quejas recibidas por whatsapp a propósito de las respuestas en tiempo y forma. ¿Qué voy a contestar yo, si esa chica no me interesa? -argumenta el receptor de los mensajes. Dice que me ha escrito hace tres minutos y no he contestado. En las fotos es toda ella pandero. Francamente: si él no está interesado con treinta años de edad, imaginen como me resbala a mi. En todo caso, le animo a decírselo abiertamente. Es lo honesto.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.