Los engaños profundos o «deep fakes» están tomando un cariz que va a acabar con muchos de los avances tecnológicos de los últimos años. Un whatsapp con un mensaje de voz o video de tu superior. Para el común de los mortales, inofensivo e imperativo. ¿Quién dirá que no al jefe?
Clonar la voz o el físico de cualquiera es un juego de niños gracias a la IA. No se distingue la copia del original. Y la tentación es grande. Es tan inmediato y tan barato que resistirse requiere una disciplina que muchas empresas no tienen.
Es el momento, amada ex-jefa, de que revises los hábitos que incorporaste al servicio en el que trabajamos juntos durante un tiempo. No te va a gustar, pero no te va a quedar otro remedio. Recuerda que cualquier destrozo que se haga por usar el «guasa» queda fuera del paraguas de la política corporativa. Serás responsable de lo que ocurra.
Ya que estamos, te cuento que me fui con ganas de decirte lo guapísima que eras. Por amor al deporte nada más. Nunca tuve pretensión alguna y, como dice la canción, «no tengo edad para amarte». Me gusta la versión de Gigliola Cinquetti pero supongo que no es la original.
Véase: Festival de San Remo, 1964.
Véase también: Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=j_0kuDrlgOg
Excusatio Non Petita 